Título: Sinuhé el egipcio
Autor: Mika Waltari
Título original: Sinuhe egyptiläinen
Editorial: Plaza & Janés
Nº páginas: 544
ISBN: 9788401324284
Sinuhé el egipcio nos introduce en el fascinante y lejano mundo del Egipto de los faraones, los reinos sirios, la Babilonia decadente, la Creta anterior a la Hélade…, es decir, en todo el mundo conocido catorce siglos antes de Jesucristo. Sobre este mapa, Sinuhé dibuja la línea errante de sus viajes; y aunque la vida no sea generosa con él, en su corazón vive inextinguible la confianza en la bondad de los hombres.
Siempre me ha apasionado el Egipto de los grandes faraones, con sus momias y sus tesoros escondidos en tumbas malditas, pero para ser sincera aunque hay miles de películas y libros que se centran en este periodo, a nivel histórico no estoy muy puesta en el tema. Por eso, si algo tengo que agradecer a este libro de Mika Waltari es que me ha enseñado una barbaridad sobre cultura egipcia, faraones, dioses, guerras… y no sólo de Egipto sino también de Babilonia, Siria y Creta.
La novela empieza con un Sinuhé ya viviendo su vejez y desterrado de Tebas por el faraón. Desencantado con los dioses y con los hombres, se propone escribir un libro que cuente su vida, pero como él mismo explica escribe para sí mismo y por placer suyo. Lo primero que llama la atención de este primer capítulo es la forma de narrar, ya que al estar escrito en primera persona como una especie de memorias, el estilo de narración es muy directo, sin adornos, arcaico podríamos decir. Aunque en un principio me ha costado habituarme, esto hace al libro muchísimo más realista, ya que los protagonistas no hablan como en el siglo XX (época en la que se escribió el libro), sino parece que realmente existió un Sinuhé que nos cuenta su vida en la época del faraón Akhenatón.
De esta forma retrocedemos en el tiempo con Sinuhé y volvemos a vivir con él su infancia en una casa pobre de Tebas, lo vemos entrar en La Casa de la Vida y convertirse en médico, lo vemos enamorarse por primera vez de la mujer equivocada y como la pasión es capaz de destrozar todo su mundo. De la mano de Sinuhé conoceremos cada rincón de Egipto, veremos como viven los pobres, como se enriquecen los sacerdotes, seremos testigos de las disputas religiosas entre los partidarios del dios Amón y los que prefieren al dios Atón, conoceremos las intrigas que se gestan a los alrededores del faraón y lucharemos con las tropas egipcias en la busca de la gloria.
Respecto a los personajes, parece obvio que el que más destaca sea Sinuhé, pues no, o por lo menos para mí. Yo destacaría a su esclavo: Kaptah, para mí el rey del libro, cuando no aparecía se le echaba de menos. Kaptah es un deslenguado caradura, pero creo que es a la vez, el personaje más sensato del libro. Como él mismo dice muchas veces, Sinuhé hubiese estado mucho más perdido sin él. Me he reído mucho con sus monólogos y es que ponía el toque de humor necesario en el libro.
Sinuhé es quizás el personaje más complejo de la novela. A lo largo del libro comete muchos errores, pero para ser justos la vida no lo ha tratado bien. Mientrás lo leía he tenido una relación de amor-odio con él, pero al final (casi) siempre lo acababa entendiendo.
Sinuhé el egipcio está considerado un clásico de la novela histórica y sin duda se lo merece, pero considero al libro un poco como una montaña rusa. Me explico, había partes en las que mi atención subía: la estancia en La Casa de la Vida y La Casa de la Muerte, el episodio con Nefernefernefer (vaya con el nombrecito y con el personaje), la historia de Minea (me ha encantado esta parte) y los viajes de Sinuhé. Pero en otras partes mi atención bajaba y se me hacía muy denso el libro, no me apetecía cogerlo y eso ha hecho que haya tardado demasiado tiempo en terminarlo, en las últimas páginas ya tenía ganas de pasar a otra cosa.
No me arrepiento de leerlo y no lo considero un mal libro, pero no es una novela que entre fácil. Cada libro tiene su momento y a este hay que dedicarle una concentración alta. No le quito sus méritos a la novela y alabo el nivel de documentación de Mika Waltari con la época egipcia, pero no va a ser un libro que recuerde como uno de mis favoritos. A pesar de todo, creo que es uno de esos libros que hay que leer para tener tu propia opinión.
Yo, Sinuhé, hijo de Senmut y de su esposa Kipa, he escrito este libro. No para cantar las alabanzas de los dioses del país de Kemi, porque estoy cansado de los dioses. No para alabar a los faraones, porque estoy cansado de sus actos. Escribo para mí solo. No para alagar a los dioses, no para alagar a los reyes, ni por miedo del porvenir ni por esperanza. Porque durante mi vida he sufrido tantas pruebas y pérdidas que el vano temor no puede atormentarme y cansado estoy de la esperanza en la inmortalidad como lo estoy de los dioses y de los reyes. Es, pues, para mí solo para quien escribo, y sobre este punto creo diferenciarme de todos los escritores pasados o futuros. |
6 comentarios:
Tengo muchísimas ganas de leerlo, lleva en mi lista de pendientes un montón de tiempo, el tema me gusta mucho y a pesar de esos inconvenientes que has señalado lo leeré seguro
un beso!
Uhmm, de momento no creo que me anime. La reseña es perfecta, pero no me acaban de encajar historias taaaan antiguas, jeje.
Un besito y gracias por esta completísima reseña.
Lo tengo en mis estanteria desde hace años, no se porque nunca me animo, pero despues de leer tu reseña lo dejaré para despues de las opos, si no me durara meses
Me encantó este libro, por mil motivos. La representación de una época, la ambientación, lo personajes, la vida política...
Es de mis favoritos.
Un beso
Me gusta mucho este libro, no solo porque se desarolle en Egipto, por el que tengo debilidad (no hay que ver más que mi última novela). Sobre todo me gusta por el profundo conocimiento que tenía Mika Waltari de la condición humana, siendo capaz de contar una historia atemporal que se desarrolla casualmente en Egipto, pero que podría haber ocurrido en cualquier lugar del mundo.
Un saludo
Este libro es ideal para mi marido!! Él ama la cultura egipcia y sueña con viajar a Egipto algún día. Gracias por descubrimerlo, acabo de hacer un anexo para el arbolito de navidad de mi chico!
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