Título: Las ventajas de ser un marginado
Autor: Stephen Chbosky
Título original: The perks of being a wallflower
Traductora: Vanesa Pérez-Sauquillo
Editorial: Alfaguara
Nº de páginas: 257
ISBN: 9788420403540
Charlie es un chico realmente especial: lee muchísimo, no sale con amigos ni con chicas y reflexiona sobre el mundo desde un punto de vista muy particular. Su ingenuidad, su incapacidad para relacionarse normalmente y su extrema sinceridad le crean más de un problema, especialmente ahora que su único amigo ha muerto. Conocer a Sam y Patrick, los chicos más populares y vitales del instituto, provocará un giro radical en su vida que lo sumergirá de pleno en la adolescencia.
Empecé Las ventajas de ser un marginado con mucho escepticismo. Había leído reseñas que lo ponían por las nubes y yo suelo tener problemas con los libros que le gustan a todo el mundo. No sé cómo me las arreglo, pero suelo ir a contracorriente. Empecé este libro de Stephen Chbosky con mucho miedo, pero acabé rendida a Charlie. Me va a resultar muy difícil explicar todo lo que me ha trasmitido este libro. Haré el intento, pero no me hago responsable de como quede esta reseña.

Una de las cosas que más me llamó la atención de este libro es que fuera una novela epistolar, y es que me pierden esta clase de libros. La novela está escrita a base de cartas a un destinatario desconocido. Charlie le cuenta su vida a alguien que no sabemos quién es. El resultado es que parece que el protagonista nos está hablando directamente a nosotros, a los lectores, y gracias a eso te implicas más en la historia. Te sientes el confidente de Charlie, alguien más en su vida.
Una de las peculiaridades del protagonista es que parece mucho más infantil de la edad que tiene. Tiene quince años, pero parece que tiene menos. Es demasiado inocente para esa edad, pero ahí está su encanto. Al final de la novela podemos deducir porque Charlie es como es. No os digo más.

Las ventajas de ser un marginado toca temas duros. Te da esperanza en la bondad de las personas para después quitártela de un plumazo y hundirte. Sin embargo, yo he cerrado el libro con una sensación de esperanza. Es una novela muy agridulce, con la que he reído y me he emocionado.
Creo que para que guste esta novela hay que simpatizar con el protagonista, si no es así os puede dejar fríos. Afortunadamente, yo he congeniado con Charlie, porque también me he sentido confundida y sola, pero también me he sentido infinita. Y me quedo con eso, me quedo con Charlie y su forma de ver la vida y con sus frases que he marcado página sí y página también. Estoy segura de que recurriré a Las ventajas de ser un marginado más de una vez.