Los lugares secretos - Paula Soler

Título: Los lugares secretos
Autora: Paula Soler
Editorial: Grijalbo
Nº de páginas: 300
ISBN: 9788425351075

Nada en esta hermosa empresaria parece indicar que disfrute sexualmente cuando ejerce el poder sobre los hombres. Al castigarlos y humillarlos, al conseguir de ellos su rendición más incondicional. Ante el mundo, Irene es una mujer rica y liberada, inteligente y con clase. Nada en este atractivo abogado sugiere que pueda sentirse atraído por los placeres de la sumisión. Al contrario, David es un joven seguro de sí mismo, con un buen trabajo y una vida organizada, enamorado de su novia y a menos de dos meses de contraer matrimonio con ella.

Cuando los caminos de ambos se cruzan en una tarde de tormenta, Irene y David se lanzan a las aguas del sexo más prohibido sin pensar que el placer puede convertirse en una marca capaz de arrastrarlos a lugares de los que resulta imposible regresar.

Cuando leí la famosa Cincuenta sombras de Grey o Diarios de una sumisa, me pregunté muchas veces porque la mujer siempre tenía que ser la sumisa y el hombre el dominante, estaría bien cambiar los papeles para variar. Y parece que no fui la única que tuvo este pensamiento, Paula Soler (que por cierto es un seudónimo de una periodista barcelonesa) debió de pensar algo parecido. Lo original que tiene Los lugares secretos y lo que la diferencia de la larga lista de novelas eróticas que han salido al mercado, es que en este caso tenemos a una Ama y a un sumiso. Se han invertido los papeles. Aquí la mujer es la que domina, la que somete sexualmente al hombre. Es algo novedoso y sinceramente me despertó la curiosidad, por lo que acepté leerla, sin embargo, el resultado no ha sido muy satisfactorio por mi parte.

Una de los motivos por los que la novela no ha terminado de convencerme es que hace una presentación de los personajes excesivamente larga para la cantidad de páginas que tiene. Nos pasamos la mitad del libro conociendo a la novia, al difunto marido, a los hijastros, al hermano, al perro, al vecino del quinto... (estoy exagerando, pero ¿me entendéis verdad?) En 150 páginas solo hay un encuentro entre los protagonistas y después retrocedemos unas semanas antes de ese encontronazo y conocemos sus respectivas vidas. Sinceramente, durante la primera mitad de la novela me he aburrido... y mucho. Si fuera que los protagonistas son tan fascinantes que no molesta saber hasta lo que desayunan, acepto esa larga introducción sin rechistar, pero la verdad es que ninguno de los dos me han parecido lo suficientemente interesantes para tragarme medio libro sin que pase absolutamente nada.

En cuanto a los personajes, por un lado tenemos a Irene, que es una versión femenina de  Christian Grey, pero sin un pasado traumático escondido. Irene es bellísima, rica, inteligente e independiente. Vamos un dechado de virtudes. Sin embargo, tiene un pequeño secreto y es que disfruta sometiendo a los hombres en el terreno sexual. Nunca ha mantenido una relación estable con un sumiso, solo una serie de encuentros cada cierto tiempo. Hasta que llega David, claro está. Él también tiene tantas cualidades positivas que hasta le salen por las orejas. Es tan guapo que duele mirarle, tiene un buen trabajo y durante toda su vida se ha dedicado a hacer de chico bueno. Cuida de su hermano con problemas, tiene una novia perfecta con la que se va a casar en unos meses y nunca se ha visto atraído por las relaciones de dominación/sumisión hasta que conoce a Irene.

La relación romántica entre ellos dos me ha resultado demasiado rápida. Prácticamente desde el segundo encuentro ya se quedan afectados por lo que sienten el uno por el otro y en el tercero ya están hablando de amor. No me lo creo, lo siento. Y no me lo creo porque Irene siempre habla de sus sumisos como si fueran inferiores a ella,  hasta se ríe cuando habla con un amigo que también practica el BDSM y éste le comenta que se ha enamorado de su sumisa. Pero de repente llega David y el amor aparece. No cuela.

Por otra parte, las escenas sexuales en este libro no son demasiado explícitas, lo que me hace clasificar a Los lugares secretos  más como una novela romántica con su punto picante, que erótico. Los demás libros de erótica que he leído te intentan contar todo con pelos y señales, pero aquí no, e incluso a veces hay algún pantallazo en negro y nos narran con breves palabras lo que ha pasado. Digamos que la autora está más interesada en describir bien los actos de dominación/sumisión que el acto sexual en sí. Pero estas actividades de Ama y sumiso no son nada que no haya leído antes, no me han sorprendido excesivamente, ni me han parecido demasiado originales. Será que al haber leído Diario de una sumisa ya estoy curada de espanto. Culpa mía puede ser.

Un punto a favor de esta novela es que está bien escrita y eso es básicamente por lo que le doy un cinco raspado. El libro alterna capítulos narrados por Irene y por David, por lo que conocemos los dos puntos de vista y esto hace a la historia muchísimo más interesante, que si solo conociéramos los pensamientos de él o de ella. Además el lenguaje que utiliza no cae en la vulgaridad, nada demasiado tosco. Ya os digo que no tengo ninguna queja de la manera de escribir de Paula Soler.

He visto mucha diversidad de notas de este libro en Goodreads y muchos 5 sobre 5, así que puede que yo sea rara (bueno puede no, soy rara), pero es que me ha dejado bastante indiferente. Cuando la empecé sabía que no iba a ser la novela del año, solo le pedía que me entretuviera, pero es que si ni eso ha conseguido conmigo... mal vamos. 

Por supuesto esta es solo mi opinión, si tenéis curiosidad leedlo, no voy a ser yo quién os diga lo contrario. Si no... pues a otra cosa, que hay mucho para elegir.