Grandes esperanzas - Charles Dickens

Título: Grandes esperanzas
Autor: Charles Dickens
Título original: Great expectations
Editorial: Debolsillo
Nº páginas: 660
ISBN: 9788483469880

Esta es la historia de Pip, un joven huérfano y miedoso cuyo humilde destino se ve agraciado por un benefactor inesperado que cambiará el sino de su vida y hará de él un caballero. Grandes esperanzas es una maravillosa novela de aprendizaje, con una magistral galería de personajes que trazan un acabado retrato de época, y, al mismo tiempo, una honda reflexión sobre las constantes de la condición humana.

Ya era hora de ponerme con la primera lectura de Dickens de este año y quitar de una vez el 0% del reto que organizó Carmen en su blog. Tenía muy claro que de los tres libros que forman el desafío, el primero iba a ser Grandes esperanzas. Las razones son que es un libro que ha estado demasiado tiempo cogiendo polvo en la estantería sin que yo me terminara de animar y además es uno de los libros de este autor que más me llamaba la atención. Os puedo decir que no me ha defraudado, sin embargo a mi juicio, le ha faltado algo para que consiguiera la máxima puntuación de mi parte.

El libro está narrado en primera persona por Pip un huérfano que fue educado por su dura e implacable hermana “valiéndose de la mano”. Su humilde futuro parece estar escrito desde hace tiempo: cuando tenga la edad adecuada entrará como aprendiz en la herrería de Joe, el marido de su hermana y el personaje más tierno que me he encontrado en mucho tiempo. Sin embargo, todo cambia el día que es llamado a la casa de la rica (y loca) Miss Havisham y conoce a la cruel y fría Estella, de la que se enamorará inexplicablemente. Ese será el día en el que Pip comience a tener grandes esperanzas.

Si hay algo de esta novela que hay que resaltar son sus increíbles personajes. Nos los vamos a encontrar muy buenos, otros muy malos y crueles, pero también hay algunos que evolucionan a lo largo de la historia, el mismo Pip, por ejemplo. De niño se le coge cariño enseguida, pero a medida que crece se vuelve cada vez más insoportable y lo siento, pero me ha caído fatal, sólo en determinadas ocasiones he logrado conectar con él y esta es una de las cosas por las que la novela no me ha terminado de llenar. Y reflexionando yo sola, me he dado cuenta que las historias que están narradas en primera persona por el protagonista, en el 70% de los casos acaba cayéndome mal el narrador. Está claro que tengo un problema. Afortunadamente en Grandes esperanzas hay una amplia galería de secundarios que suplen el poco interés que me despierta Pip. El bueno de Joe es un personaje que quedará en mi memoria mucho tiempo, todos los adjetivos positivos y buenos se quedan cortos a la hora de describirlo. Mis partes favoritas de la novela son en las que él aparecía y cuando he soltado un par de lágrimas ha sido en sus emotivas escenas. Tenéis que conocerle.

Si Joe me ha despertado ternura, todavía no sé muy bien lo que me ha despertado Miss Havisham, es un personaje muy excéntrico, pero es de los que dejan huella. Imaginaos a una mujer que vive enclaustrada en su mansión tétrica en la que los relojes se pararon a las nueve y veinte y que siempre va vestida con los harapos de su vestido de novia. Es el personaje más interesante y que despierta más interrogantes a lo largo de la novela. Algunas veces la odias, otras veces te da lástima y otras no sabes ni que pensar de ella.

Y podría seguir enumerando personajes que me han resultado fascinantes, pero no es cuestión de aburriros. Si algo tiene Dickens es que te imaginas a los integrantes de sus historias claramente y define perfectamente su forma de ser. Sin embargo, la novela algunas veces se me ha hecho lenta y densa y de esto puede que yo tenga algo de culpa y es que cada libro tiene su momento y yo no estaba en el mejor momento mental para leer a Dickens. Me ha gustado la novela, pero tengo la impresión de que si la hubiera cogido en otro momento me hubiese gustado mucho más. Aunque podría también añadir que la traducción un poco mala de mi edición no ha ayudado y es que o yo estaba espesa o había frases que no estaban bien traducidas, sobre todo al principio noté muchos fallos y no me suelo poner muy tiquismiquis con estas cosas.

No es el primer libro de Dickens que leo, pero casi como si lo fuera porque Canción de Navidad me lo leí hace muchos años y apenas lo recuerdo, por lo que me han sorprendido mucho los pequeños detalles de la novela. Me explico. En este libro todo tiene un por qué, nada esta puesto ahí de casualidad y todo tendrá su explicación y su lógica al final. Al principio había ciertas escenas que no comprendía que pintaban en la historia, sin embargo una vez que avanzas en la narración, Dickens te las va recordando y te las va entrelazando unas con otras hasta que todo queda perfectamente unido de forma magistral.

De Grandes esperanzas puedo decir que despertó muchos sentimientos en mí. Algunas veces las lágrimas se escapaban de mis ojos, otras veces soltaba alguna risita, gracias a la manera irónica que tiene de narrar Dickens, y otras veces el sentimiento de impotencia hacía que me dieran ganas de estampar el libro y si podía ser en la cabeza de Pip. Si hay algo que puedo decir de este libro es que sin duda, no me ha dejado indiferente.

En fin, no me enrollo más y os recomiendo mucho que leáis a Dickens, tal vez no es la mejor idea empezar con esta obra, pero sin duda vale la pena y nada mejor que leerlo ahora que se celebra el bicentenario de su nacimiento.

Como mi apellido paterno es Pirrip, y mi nombre de pila Philip, cuando niño, en mi léxico infantil, no encontré manera más explícita de expresar conjuntamente estos nombres que con la sílaba Pip. De ese modo, pues, me llamé a mí mismo Pip, y por Pip me conoció todo el mundo.